La próxima legislatura que comenzará en junio de 2007 verá como 1.154 puestos de trabajo informáticos cambian sus ventanas de Windows por las de Ubuntu. Así lo ha decidido la Asamblea Nacional francesa, que ha encargado dicho proceso de migración a las empresas Linagora y Unilog.
Esta decisión se basa en el informe A armes égales (fr) redactado por el diputado Bernard Carayon a petición del primer ministro Frances, en el que se recomienda que Francia apueste por los estándades abiertos y el software libre.
Mandriva era otra de las opciones a la hora de migrar a soluciones Open Source, pero finalmente Ubuntu ha sido la elegida para este proceso.
Es la última de una serie de pasos que están haciendo de Francia una de las naciones que más apoyan al software libre, algo de lo que los amigos españoles también pueden presumir: Linex es el ejemplo perfecto de la implantación del software libre en la administración pública.
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